¿Quienes somos?
FAVIE
La Familia Vicentina es un movimiento internacional que está conformado por 6.000.000 de miembros aproximadamente, alrededor del globo, dichas personas siguen a Jesucristo Evangelizador de los pobres en el compromiso al servicio de los empobrecidos, siempre emulando el ejemplo de San Vicente de Paúl, Santa Luisa de Marillac y de todos los santos, beatos, venerables y siervos vicentinos.
Objetivo General
La Familia Vicentina
Tiene como objeto general el fomentar la unidad y la integración de las Ramas de la Familia Vicentina para un mejor servicio a los Pobres, respetando la identidad y autonomía de cada una de ellas.
Objetivos Específicos
- Integrar a la Familia Vicentina del Ecuador por zonas.
- Impulsar proyectos comunes de formación Vicentina y de servicio a los Pobres con visión de cambio sistémico mediante la autogestión y colaboración.
- Establecer medios de difusión de actividades y comunicaciones entre todas las Ramas Vicentinas del Ecuador.
- Motivar y promover la pastoral vocacional en las diferentes Ramas de la FAVIE.
- Promover la participación activa de la FAVIE en el Consejo Ecuatoriano de Laicos Católicos (CELCA).Actuar con sentido de Iglesia, en comunión y participación con sus orientaciones, organizaciones y movimientos.
Potenciar la vida humana, espiritual, pastoral y el compartir comunitario de las Ramas de la Familia Vicentina. - Apoyarse mutuamente en el ejercicio del liderazgo en bien de los miembros de las diversas Ramas y de los Pobres.
Naturaleza de la FAVIE
Como Familia Vicentina, seguimos a Jesucristo Evangelizador de los Pobres, nos sentimos impulsados a compartir y encarnar nuestro carisma en las diversas culturas en espíritu de humildad, sencillez y caridad.
La FAVIE es vínculo de unidad entre las diferentes Ramas a nivel nacional, en comunión con la Iglesia.
Constatamos en la realidad del pueblo ecuatoriano experimenta la pobreza en sus múltiples formas: esto nos motiva a ofrecer un servicio desde la justicia y la solidaridad.
Inspirados en el Magníficat de la Virgen María, estamos llamados a compartir el dinamismo del Carisma Vicentino y vivir su fuerza profética, denunciando las estructuras injustas, anunciando la Buena Nueva del Proyecto Salvador de Dios, mediante acciones justas y transformadoras de la sociedad.